5. La acción de los cinco movimientos en el ser humano


Nuestro organismo no es un amasijo de actividades energéticas, biológicas, psíquicas, células, tejidos y órganos. Sus diferentes componentes y actividades están totalmente intercomunicados, interrelacionados y bien ordenados.

La observación del movimiento espontáneo, juntamente con muchos de los datos de la ciencia occidental y del milenario saber oriental sobre los meridianos chinos, constatan que el organismo humano está estructurado por los cinco movimientos universales y coordinan sus distintas actividades.

Cuando actúa el movimiento vertical, nos erguimos hacia arriba desde la cabeza, tensando la serie muscular y las vértebras verticales, activando el sistema nervioso central y la psique-mente observadora y planificadora.


Cuando es el movimiento frontal, nos proyectamos hacia delante desde los hombros, tensando la serie muscular y las vértebras frontales, activando el sistema motor-combustivo y la psique-mente eficaz y pragmática.


Cuando es el movimiento lateral, nos inclinamos hacia los lados desde la zona media, tensando la serie muscular y las vértebras laterales, activando el sistema asimilo-circulatorio y la psique-mente emocional y comunicativa.


Cuando espontáneamente es el movimiento rotatorio, nos torcemos hacia detrás desde la cintura, tensando la serie muscular y las vértebras rotatorias, activando el sistema eliminatorio-reciclador y la psique-mente competitiva y conclusiva.


Cuando espontáneamente es el movimiento central, nos compactamos
hacia abajo-adentro desde la pelvis, tensando la serie muscular y las
vértebras centrales, activando el sistema reproductor-conjuntivo y la
psique-mente afectiva y absoluta.